¿Qué requiere tu deporte de ti? Cien por ciento de su tiempo, atención, capacidad y ambición. Tu sudor se convierte en un sacrificio. Tu dolor se convierte en tu pasión. Tu dedicación logra tu sueño. Cuando damos el 100%, lo imposible se vuelve posible. ¿Qué requiere Jesucristo de ti? Cien por ciento de tu corazón, alma, mente y fuerza. Jesucristo dio su propia vida para que podamos alcanzar lo imposible: una relación personal con Él. No requiere menos de nosotros. “Y debes amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. --Marcos 12:30